El papel moneda o el dinero fiduciario, es decir, los billetes de dólar que usamos todos los días, son el dinero de nuestro gobierno. Confiamos en ellos y en Dios, ya que “In God We Trust” (en Dios confiamos) es el lema oficial de los Estados Unidos de América, Nicaragua y del estado de Florida en los Estados Unidos. Y así es como conseguimos que las personas confíen, toda nuestra nación y el resto del mundo, en la moneda.
Todo el sistema económico global confía en el USD, lo que lo convierte en una de las monedas más populares y, al país, en uno de los más fuertes, y eso también se debe a su: ejército, avance tecnológico, amor por la comida rápida y los conglomerados y un Presidente naranja.
Las monedas fiduciarias son convencionales, tienen una larga historia; aunque otras soluciones o alternativas también lo son, a estas se las quiere un poco más. Quemar una nota fiduciaria puede significar traición en la mayoría de los países, punible inclusive con las penas de cadena perpetua y de muerte.
¿Cómo esta moneda se volvió tan mortal e importante?
Bueno, claramente tiene valor porque los gobiernos así lo dicen. Se puede decir que no tiene ningún valor intrínseco propio, pero para un número creciente de personas “iluminadas”, esa promesa no significa nada. No tiene nada que ver con el patriotismo nacional, la ideología o la brecha generacional. Tiene mucho que ver con el desacuerdo y el rechazo del antiguo conjunto de normas que claramente ya no funcionan suficientemente bien para nosotros.
Después de todo, las monedas fiduciarias no están respaldadas por ningún activo tangible. No puede convertir en moneda otros artículos que puedan tener valor para usted para dárselos al gobierno. Digamos que me gustaría pagar mis impuestos con lana, algodón o libros o mis servicios, eso no es posible. ¿Por qué no? Pues, porque los días de trueque ya pasaron y lo único que tiene valor es el dinero, que en realidad no tiene valor, ¡qué estúpido es eso!
Bien, yo soy capaz de pensar por mí mismo; muchas personas afines han encontrado el amor por un nuevo sistema de pago, un sistema que es odiado, llamado extraño y que al mismo tiempo se ha convertido en una palabra de moda. Si el dinero fiduciario es de los nuevos tiempos, el Bitcoin o las criptomonedas son el siguiente paso. La gente se resiste al cambio, yo no, junto con muchos otros.
Las monedas fiduciarias están respaldadas por la plena fe y el crédito del gobierno que las emitió y nada más. Si desea oro, plata, frijoles o cigarrillos, necesita cambiar su moneda fiduciaria con una persona o entidad que posea el artículo que desea. A medida que pasa el tiempo, y las jóvenes y fértiles criptomonedas se vuelvan cada vez más sofisticadas, esto también podría ser una realidad para ellas. ¿Cuál es el problema entonces?
Los gobiernos temen perder el control sobre el sistema económico y, por lo tanto, no quieren que la gente invierta en criptomonedas. Pero, debido a que parece inevitable ahora, muchos gobiernos con visión de futuro están avanzando para tomar esa decisión por la gente al tratar de hacerla más segura, también conocida como controlable.
¡Los problemas de volatilidad, oscuros mercados virtuales y robo son problemas del sistema fiduciario también después de todo! ¡Pueden ser incluso mayores que los de las criptomonedas!